Toda actividad cotidiana y económica realizada por las personas durante el día termina convirtiéndose de alguna manera en causante de gases de efecto invernadero contaminantes para la salud del planeta.
Sin embargo, los procesos de producción en las empresas en diferentes sectores contribuyen de manera más directa a esta emisión de CO₂, y se convierten en el principal contaminante del planeta. Por eso, el convertirse en una empresa carbono neutro se ha convertido en el desafío ambicioso al que miles de empresas aspiran en la actualidad debido a las grandes ventajas que esta preocupación y compromiso por reducir su huella de carbono en sus procesos de manufactura, les ofrece frente a la competencia dentro del mercado.
¿Qué es la huella de carbono?
La huella de carbono se refiere al nivel de impacto y contaminación que causan los seres humanos con sus actividades diarias al planeta y que pueden convertirse en consecuencias ambientales graves con los años.
El cambio de hábitos y pequeñas acciones ecológicas de convivencia realizadas de manera personal o grupal pueden colaborar para reducir esta huella de carbono y mantenerse en compromiso con el ambiente y la sociedad.
¿Cómo mitigar la huella de carbono en tu negocio?
1. Evita al máximo el uso de combustible en tu movilización y la de tus colaboradores
Optar por alternativas de medios de transporte como la bicicleta en lugar del vehículo particular, o generar estrategias de transporte compartido que eviten emplear demasiado combustible en la movilización diaria y optimicen las rutas de movilización, ayuda a minimizar la huella de carbono, ahorra tiempo y contribuye a la economía del negocio.
2. Almacena tus archivos de manera digital y evita el consumo de papel en impresiones
Usar dispositivos móviles y sistemas de almacenamiento en la nube para guardar los archivos importantes y necesarios del negocio, permite tener la información disponible en cualquier lugar, sin necesidad de gastar papel innecesario que con el tiempo se desgasta y termina convirtiéndose en basura contaminante para el planeta.
3. Reemplaza las bombillas de luz por lámparas y bombillas led
De esta manera reduces el consumo de energía eléctrica, ahorras dinero y colaboras al medio ambiente consumiendo energía limpia y sostenible. Piensa también en estrategias para aprovechar la luz natural durante el día y ahorrar energía eléctrica.
4. Opta por un abastecimiento sostenible, adquiriendo tu materia prima de manera local
Al preferir proveedores locales y sostenibles, no solo apoyas a la economía local, evitando el despilfarro de recursos en exportaciones, sino que también colaboras al planeta, disminuyendo la emisión de gases de efecto invernadero generados en el transporte de tu materia prima.
Incentivar la creación de una huella ecológica en el medio ambiente es posible y es responsabilidad de todos como habitantes del planeta. Y un gran paso por el que los negocios pueden empezar es pensar de manera sostenible su producción, colaborando con el planeta, a la vez que aumentan su productividad y se diferencian de la competencia.