Aproximadamente entre 9 y 10 millones de toneladas de desperdicios plásticos llegan hasta los océanos cada año, afectando la vida de los ecosistemas marinos. Esta contaminación de ríos y océanos es peligrosa no solo para la biodiversidad de las especies marinas porque las pone en riesgo de sufrir heridas, quedar atrapadas e incluso morir por ingerir microplásticos, sino también puede afectar la salud humana al contaminar alimentos de origen marino que son consumidos por el hombre.
The Great Bubble Barrier, una iniciativa creada en Europa, nace como una solución a este problema, y se trata de una barrera de burbujas que bloquea y recoge los residuos plásticos en un sistema de captación para evitar la llegada de plásticos hacia el mar sin limitar la vida de ninguna de las especies marinas ni el tráfico en las aguas marinas.
La fuerza de las burbujas generadas a través de un tubo especial perforado y flexible de PVC que se instala en el fondo del agua y funciona conectado a un compresor en la orilla, para el cual se pueden aprovechar energías limpias, generan una corriente ascendente que empuja los residuos hacia la superficie evitando que vayan corriente abajo. Los plásticos que llegan hasta la superficie son más fáciles de recoger ahí para después ser tratados de la manera adecuada en un proceso de producción circular.
Las pruebas realizadas sobre este proyecto, financiado con fondos europeos, han demostrado que esta innovadora tecnología recoge hasta el 86% de material plástico y permite reintroducir los desperdicios dentro de una economía circular, sostenible y sustentable que contribuya a la reducción de la contaminación de los océanos.
Este sistema se ha instalado hasta el momento en ríos y canales pequeños, y haría falta hacer pruebas en grandes caudales para saber su eficacia en estos antes de poder instalarlos incluso en Asia, donde existe la mayor contaminación de plásticos en los océanos. Sin embargo, instalar este sistema de captación en todo el mundo sería la mejor solución para la contaminación de los océanos y para contribuir a la creación de un ecosistema sostenible.